La Niña: De esta manera se me olvidaba que existía otro mundo tangible porque yo había encontrado la manera de ser feliz en el mío.

Adela: Por primera vez fue consciente de cuán enorme era el odio que sentía hacia su madre, y anheló verla muerta, y ansió no verla más sino era metida en un ataúd.

Azúcar: No existen océanos azules, sólo mares de mierda, de asquerosa mierda que envuelve todos los camisones blancos,

Josefa y Manuel: No podía vivir sin él, y con él la vida dejaba de serlo.

El niño "malito": No quería verle y le miraba, quería hablarle y enmudecía ante él, deseaba tocarle y escondía las manos en los bolsillos. Sus ojos eran verdes y lejanos, nuestras vidas eran blancas y negras, hechas de cal y sombras.